A partir de enero de este año, el estado argentino no proporciona ninguna contribución a la Iglesia Católica. Este acuerdo, que comenzó en 2018 durante el gobierno de Mauricio MacriEstableció un proceso gradual de renuncia de altos cargos eclesiásticos a los fondos previstos en la Ley 21.950.

Las renuncias de los arzobispos, obispos diocesanos y obispos auxiliares se llevaron a cabo el último día hábil de diciembre de 2023, siguiendo lo establecido en la Asamblea Plenaria y de conformidad con lo informado a la Secretaría de Culto de la Nación.

La Iglesia Católica dejó de recibir aportes del Estado.

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En el contexto actual surge una pregunta: cómo se financian las iglesias, ¿ya no cuenta con el apoyo estatal? Con el cambio de paradigma en las políticas de financiación religiosa, las instituciones religiosas enfrentan un escenario desafiante que requiere una reestructuración de su modelo económico.

En 2019 el presupuesto nacional incluyó un 30% menos para las iglesias, lo que hizo que buscaran fondos en otros lugares. En ese momento fue creado él Programa de financiamiento de la iglesia, un fondo de solidaridad a nivel nacional de la iglesia. Este plan de financiación se hace con una campaña de recaudación de fondos y la gente puede donar con métodos mucho más modernos que ir a misa y poner dinero.

Abel Alfaroasesor de la Pastoral de Comunicadores de la diócesis y vicario de la parroquia Nuestra Señora del Socorro de Tupungato, comentó al Correo: Lo primero que hay que decir es que si bien la ayuda del gobierno fue importante, La actividad solidaria de la iglesia es mucho mayor, “y es lo que refleja también la voluntad de los fieles, de la gente de nuestras comunidades”.

Aseguran que las iglesias se mantendrán mediante colectas.

“La mayor parte del apoyo proviene de las colectas de la misa. Son los fieles quienes sostienen a la iglesia”, subrayó.

“Los montos (aportados por el Estado) no se han actualizado desde aproximadamente 2017. Así, por ejemplo, los titulares recibieron $54.000. Los sacerdotes fronterizos recibieron $5.000 y el aporte por seminarista aproximadamente $3.500”, explicó, señalando que los “salarios” no cambio. y fueron los mismos de 2017 a 2023.

Por otro lado, explicó que el Ministerio de Relaciones Exteriores, en resolución del 26 de abril de 2023, había habilitado a los arzobispos y obispos que hayan cesado en sus cargos por razones de edad o discapacidad solicitar, de manera particular, con una serie de requisitos, recibirán el beneficio de la asignación prevista en la ley.

La Ley 21.950 (de 1979) establece que los arzobispos y obispos con jurisdicción sobre arquidiócesis, diócesis, prelaturas, eparquías (circunscripciones territoriales bajo la autoridad de un obispo) y exarcados (territorios) del Culto Católico Apostólico Romano, disfrutarán de una asignación mensual equivalente a El 80% de la remuneración fijada para el cargo de Juez Nacional de Primera Instancia, hasta que cese en el desempeño de dichos cargos. El monto de la asignación fue de 98.000 pesos.

Liberar

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