Este jueves se celebró la reunión prevista para el Consejo de Salario Mínimo. Sin embargo, al no lograrse un acuerdo entre las centrales sindicales y los sectores empresariales, la negociación fracasó.
Las tres centrales (CTA-A, CGT y CTA-T) había llegado a un acuerdo sectorial y unificó posiciones para solicitar ajustes salariales en función de $482 mil del SMVM a julio y $505 mil a agostolo que significa aumentos del 106% y 116% respectivamente, mientras que el cámaras empresariales ofrecieron $245 mil en julio, $253 mil en agosto, $259 mil en septiembre y $264 mil en octubre.
Dadas las importantes distancias, nos trasladamos a una habitación intermedia. Sin embargo, tras el paro no hubo mejoras ni acercamientos entre los partidos, por lo que el Consejo fracasó y ahora el Gobierno vuelve a quedar con la responsabilidad de definir los nuevos salarios mínimos.
Cabe recordar que, además de definir un nuevo suelo salarial, esto también afecta a las cuantías mínimas y máximas de las prestaciones por desempleo. El escenario es de pérdida continua de poder adquisitivo que sitúa el salario básico en el más bajo en 30 años.
El último encuentro entre las partes, en el secretario de trabajo, fue a finales de abril. En aquella ocasión no se llegó a un acuerdo, como en la primera convocatoria del año, y el Gobierno acabó definiendo un aumento del 15% del piso salarial en dos tramos (abril y mayo).
Por aquí, La renta básica pasó de $202.800 a $221.052 en abril para los trabajadores mensuales, mientras que en mayo alcanzó $234.315,12. En cuanto a los jornaleros, la hora aumentó de $1.014 a $1.105,26 en el cuarto mes del año y a $1.171,58 en el quinto.
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