Este artículo fue escrito por Adam Dubove, quien es columnista, consultor y divulgador sobre Bitcoin. Es cofundador y director de Ichimoku Fibonacci, una empresa online enfocada en asesoramiento financiero.


¿Qué necesita bitcoin de un gobierno? Esta pregunta no es un debate nuevo. Desde que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, convirtió el bitcoin (BTC) en moneda de curso legal en el país centroamericano, ha reavivado el siempre presente debate sobre qué deberían hacer los gobiernos amigos del bitcoin para fomentar su adopción.

Es un buen momento para reflotar esa cuestión. Argentina está más cerca que nunca de tener un presidente que entienda el dinero en la tradición de los bitcoiners y la escuela austriaca de economía.y se muestra favorable a la red alternativa de dinero digital, aunque no ha dado indicios de comprender plenamente su alcance.

“Bitcoin representa el retorno del dinero a su creador original: el sector privado. Bitcoin es la reacción natural contra la estafa de los bancos centrales”, dice en un video Javier Milei, ganador de las primarias presidenciales en Argentina.

Al igual que este vídeo, que fue revisado por CriptoNoticias— se viralizó globalmente entre libertarios y bitcoiners de todo el mundo, la propuesta que más caló entre sus votantes fue la reforma monetaria que implica el repudio a la devaluada moneda local, el peso argentino, y la libre competencia monetaria, lo que derivaría en una eventual dolarización.

El mirada favorable que tiene Milei bitcoins representa una oportunidad para liberar a la bestia naranja de las regulaciones y restricciones a las que las normativas locales intentan someterla. Entonces, volvamos a la pregunta original: ¿Qué necesita bitcoin de un gobierno?

Mi primera respuesta sería parafrasear a uno de los padres fundadores de Argentina, Juan Bautista Alberdi, quien se preguntó: “¿Qué requiere la riqueza de la ley para producirse y crearse a sí misma? Lo que Diógenes exigió de Alejandro; que no le haga sombra”.

Bitcoin, de alguna manera, necesita lo mismo: que el gobierno lo considere una moneda más, en un contexto de libertad monetaria. ¿Necesitas esto? Estrictamente no, no lo necesita, pero ayuda a impulsar la adopción.

En este caso, declararlo como moneda de curso legal en el país no tiene mucho sentido si se aspira a un régimen monetario de libertad de monedas. Argentina no tendría dinero como moneda de curso legal, y las deudas podrían constituirse y exigirse, previo acuerdo de las partes, en cualquier moneda.

Así pues, la reforma es mucho más sencilla y menos controvertida: si el dólar, el real, el euro o el franco suizo van a ser considerados instrumentos con poder de cancelación, el Bitcoin debería declararse como moneda y ponerse en pie de igualdad. en pie de igualdad con otros instrumentos de pago.

¿Probabilidades de que esto suceda? Si Milei es elegido presidente, son altos, pero lo veo más probable en la segunda parte de su eventual mandato.

Desarmar al Gran Hermano Financiero

La privacidad, lamentablemente, no fue parte de la campaña presidencial argentinay es un tema ausente en las plataformas de todos los candidatos.

Hoy no es un tema relevante en una Argentina con 120% de inflación y 50% de pobreza, pero la actividad legislativa de Milei podría darnos indicios de que un eventual gobierno libertario daría los pasos correctos en este campo.

A principios de 2023, el Congreso argentino aprobado la creación del Programa Federal Único para la Informatización y Digitalización de Registros Médicos, una recompensa que resultará muy atractiva para los grupos de Hackers de todo el mundo. Esa votación resultó 227 a favor, 2 en contra. Los dos votos en contra fueron de Milei y Victoria Villarruel, su compañera de fórmula presidencial.

Los argentinos primero deben evitar la aprobación del Senado de la nuevas regulaciones para Bitcoin, las criptomonedas y la industria que las rodea, lo que coloca barreras de entrada para el ingreso de nuevos jugadores, y requisitos imposibles de cumplir para los más pequeños, entre otros cambios importantes.

Una vez hecho esto comenzar a desarmar la maraña de regulaciones y requisitos creados a partir del GAFI-GAFI como mecanismos de control y seguimiento de la población a través de sus finanzas. Una tarea que implica desafiar a un organismo multilateral, cuyos funcionarios nadie conoce, que no han sido elegidos por nadie y que interfieren diariamente en la vida de miles de millones de personas en todo el mundo. No será fácil y, más bien, las probabilidades son bajas.

Sin embargo, después de décadas de ampliar la supervisión fiscal y financiera, tal vez estemos ante un cambio radical de direcciónque comienza a desandar el triste camino que ha recorrido la libertad en la Argentina en las últimas décadas.


Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresados ​​en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan los de CriptoNoticias.

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