En su columna habitual en el programa Dientes para saber por Post Radio (92.1 en el gran Mendoza, 96.9 en Lujn de Cuys Ismael Bermdez Abordo las implicaciones geopólicas del crédito que el Fondo Monetario Internacional (FMI) puede otorgar a Argentina.

Según la explicación, un asesor clave de Donald Trump dijo que Prestim debería estar condicionado a Argentina para cancelar el acuerdo financiero actual con China, conocido como Swap de monedas. Este enfoque se suma a la negociación ya compleja del PAS con el cuerpo multilateral, en un contexto donde los intereses económicos y las disputas internacionales están entrelazadas.

Bermdez explica que durante la gerencia de Sergio Massa, se activó el uso de ese intercambio con China, lo que permitió el acceso a fondos equivalentes a 5,000 millones de dólares. Este mecanismo tiene vencimientos importantes a mediados de este año, lo que obliga a decidir si renovar el acuerdo o cancelar.

El reciente pronunciamiento de los asesores de Trump sugiere que, si se complete el nombre PRSEM del FMI, parte de ese dinero debe usarse para resolver ese compromiso con China. Esta situación expone la intención de los Estados Unidos de desplazar a China de la escena financiera argentina, una obra que puede tener un fuerte impacto en las reservas del banco central y el comercio exterior del PAS.

El FMI como Junta de la Guerra Comercial

Como explica Bermdez, la propuesta de usar la tarjeta del FMI para reducir la relación financiera con China tiene profundas implicaciones geopolísticas. El intercambio chino no solo implica dinero nuevo para el Banco Central Argentino, sino también acuerdos de inversión con empresas del gigante asítico, particularmente en el sur del PAS.

En opinión del entorno de Trump, estos compromisos limitarán la independencia económica argentina. El objetivo, entonces, será que el Prestimo sirve como una herramienta para “deshacerse de” China, incluso a costa de abandonar las reservas del banco central sin margen.
El intercambio de monedas con China era clave en ese momento para evitar una crisis monetaria inmediata, pero hoy aparece como una disputa entre los poderes.

Este escenario abre preguntas sobre el margen de maniobra real que tendrá la administración de Javier Milei en las negociaciones con el FMI. Mientras que el presidente busca el apoyo de Trump para acelerar el desembolso de los fondos, en Europa, algunos miembros del FMI parecen desconfianza de la eventual intervención directa del ex presidente de los Estados Unidos.

Esta tensión refleja que el fondo, lejos de ser solo un organismo técnico, se convierte en una herramienta en la disputa sobre el poder global, donde Argentina aparece como un tono.
Donald Trump y el FMI parecen ser las piezas centrales de una estrategia que implica mucho más que financiamiento simple.

¿Cuál es el costo de política de un Prestimo?

En su análisis, Bermdez también advierte sobre las consecuencias de aceptar un crédito que implica tantas condiciones extrafinance. Si el Prestim del FMI se asigna principalmente a pagar el intercambio con China, no habrá fondos disponibles para fortalecer las reservas o cumplir con otros compromisos locales.

Además, romper o debilitar los lazos con los PAS asitic podrá poner en riesgo las exportaciones clave y futuros proyectos de inversión. Argentina, registrada al periodista, mantiene un volumen de comercio exterior con China que es vital para sectores como la agroindustrial y tecnológica.

Por otro lado, esta posición de los Estados Unidos profundiza la polarización dentro del mismo FMI, donde varios pases europeos, también con poder de voto, pueden tomar posición contra si perciben un Trump unilateral avanzado. De esta manera, se configura un equilibrio difícil, en el que Argentina no solo debe negociar condiciones financieras, sino también navegar por una oferta de energía global que exceda en gran medida su situación económica interna.

Aumento de la incertidumbre y el peso de lo que no se dice

Si bien el gobierno argentino insiste en que el acuerdo con el FMI avanzó, la verdad es que a principios de abril no hay detalles concretos sobre su estructura o los desembolsos. Como se expresa Bermdez, cada día parece un nuevo elemento que agrega complejidad al panorama.

La pequeña impresión de este posible acuerdo parece estar sujeto no solo a los números, sino también a los saldos diplómicos que requieren una buena lectura de los movimientos internacionales. Dentro de este marco, las sorpresas no son menores: desde las presiones de los asesores extranjeros hasta las tensiones dentro del mismo FMI.

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