Durante 2023, se ha incrementado el número de personas que buscan «paquetes de viajes baratos» en Google. Esto es un indicador del creciente interés por viajar durante este verano. Pero los resultados que arroja esta búsqueda en Google también son un indicador de un fuerte nivel de competencia en el sector. Cuando un viajero potencial busca «paquetes de viajes baratos», se va a encontrar con, al menos, 5 enlaces patrocinados de operadores que buscan a esos viajeros.

Este fuerte nivel de competencia es bueno para la industria y para el viajero, siempre y cuando no erosione en exceso los márgenes de utilidad de los distintos jugadores del sector.

Todos sabemos que las guerras de precios no son buenas, ya que desaparecen las utilidades, baja la calidad de los servicios e incluso al final terminan desapareciendo algunos competidores. Algo tiene que ceder en las guerras de precios, por lo que debemos evitarlas a toda costa.

Otro tema que preocupa en el 2023 es el crecimiento en los fraudes

La naturaleza misma de las transacciones digitales en la industria turística las hace más vulnerables al fraude, en comparación con los productos físicos o el comercio electrónico tradicional. Como todos sabemos, en las transacciones de servicios turísticos no se cuenta con una dirección de entrega validada para «entregar» el producto, ya que las reservas, boletos o e-tickets se entregan de forma digital a un correo electrónico o app móvil.

Adicionalmente, muchas de las transacciones de compra se llevan a cabo en ubicaciones distintas a la dirección habitual del comprador. Por ejemplo, alguien que está de vacaciones puede decidir cambiar de vuelo en el aeropuerto o en su destino y en todos estos casos, la dirección IP de la transacción es diferente a la habitual. De tal forma, el personal de prevención de fraudes tiene menos elementos de análisis para evaluar y bloquear transacciones de riesgo.

Dadas estas limitaciones para detectar transacciones fraudulentas, los fraudes digitales siempre han existido en la industria. Adicional a este tipo de  fraudes, durante 2023 se ha detectado una nueva modalidad de fraude para la industria turística: el secuestro y robo de cuentas de puntos o de lealtad, que son comunes en muchas líneas aéreas o hoteles.

Hemos visto cómo los hackers roban bases de datos completas de los programas de puntos o lealtad y posteriormente las ponen a la venta en la dark web. Los defraudadores compran estas bases de datos e intentan usar los puntos para obtener vuelos o paquetes turísticos completamente gratis.

Dado que es imposible que el personal de prevención de fraudes revise las transacciones sospechosas de forma manual y considerando que las herramientas de seguridad bancaria tienen menos elementos con los cuales valorar una transacción, se recomienda apoyarse en terceros especializados.

Actualmente existen servicios de prevención de fraude de segunda generación, impulsados por herramientas de IA (Inteligencia Artificial) y ML (Aprendizaje Automático).

Considerando el alto valor de las transacciones de compra de vuelos, hoteles o paquetes turísticos y el bajo margen de utilidad para los distintos actores involucrados, basta un solo fraude para perder las utilidades de 30 ventas, por lo que es imperativo que los comercializadores de servicios turísticos tomen medidas de protección.

Foto: Depositphotos

 

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