El gobierno nacional pretende seguir avanzando con la desregulación de los mercados, en este caso con una medida que permitiría a los particulares importar autos de kilómetro ceromedida que quitaría ese privilegio a las terminales automotrices ubicadas en el país o a empresas con licencia de concesionario.
Aunque por ahora es solo un proyecto, la posibilidad de que esto suceda ha llamado la atención y generado dudas. Los importadores destacan que la apertura de mercados puede ser una buena noticia, pero que el importar de automóviles por parte de particulares no afectará en gran medida a las operaciones de las empresas importadoras.
Destacan que uno de los grandes problemas que pueden tener los particulares, además de los trámites de importación, es comprar y traer un vehículo que no se vende en el país, lo que podría imposibilitar la obtención de repuestos, en caso de necesitar reparaciones.
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Vale aclarar que esta compra de kilómetro cero no podría realizarse en ningún país, sino con aquellos con los que exista una validación de homologaciones, lo que haría que un auto autorizado en dicho país para su comercialización, automáticamente esté autorizado en Argentina.
Marcas como Tesla, que no tienen representación oficial en el país, no pueden vender sus productos en el mercado argentino. Sin embargo, el ministro de Liberalización, Federico Sturzenegger, indicó que “vamos a hacer un cambio en qué autos que estén certificados para circular, Por ejemplo, en Estados Unidos o Europa, se certifican automáticamente para conducción de CA”.
Esta afirmación de la ministra dejaría fuera, a priori, a los vehículos importados de los mercados asiáticos, que también cumplen con amplias medidas de calidad y podrían quedar fuera de esta medida.
Una ventaja que podría tener esta medida es que permitiría el ingreso al país de vehículos adquiridos en países vecinos, como Chile, con los que existen acuerdos de libre comercio, lo que abarataría el costo de transporte y el acceso a repuestos.
También señalan que el proyecto no contempla que los vehículos que ingresen deban pasar por la inspección de los requisitos mínimos que debe cumplir un vehículo cero kilómetro en Argentina. Además, señalan que los vehículos que no tienen representación en el país y son importados por particulares tendrán el problema de acceder a repuestos y herramientas, que en muchos casos son únicos y los importadores no los traen porque no tener la concesión de la marca.
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Otro punto gris en este proyecto es lo que pasaría con el tema de los seguros para dichos automóviles. Dado que el costo de reparación de una unidad, en caso de accidente, es una parte importante del cálculo del seguro, las empresas podrían optar por no asegurar automóviles que no tengan representación oficial en el país.