La economía argentina es una economía estancada, atrofiada, con una inflación crónica y creciente, sin capacidad de crear empleo, con un sector público que ha crecido hasta niveles insostenibles, asfixiando al sector privado, con un lío fiscal y regulatorio, compitiendo por un financiamiento que Es absorbido por el Estado por sus gastos ineficientes y excesivos.

El sector privado ha estado condicionado por una política de fuerte sesgo intervencionista por parte del Estado, que sólo demostró cuán ineficaz era para reducir la inflación y generar crecimiento. Hoy casi la mitad de nuestros compatriotas están sumidos en la pobreza. ¿De qué ha servido aumentar el tamaño del Estado en la economía hasta casi el 45% del PIB, con innumerables regulaciones y una presión fiscal récord?

Desde el Consejo Empresarial Mendocino valoramos las medidas dispuestas por el gobierno del presidente Javier Milei, que comienzan a corregir las enormes distorsiones generadas por las políticas intervencionistas, y a reducir el peso de un Estado elefantino con gastos ineficientes e insostenibles.

Es clave quitar el peso de las regulaciones que impiden el desarrollo del sector privado, fuente de generación de riqueza para una Nación. El sector productivo ha sido sometido durante años a injerencias estatales indebidas como controles de precios, restricciones al comercio exterior, Ley de Abastecimiento, por solo mencionar algunas.

Es necesario generar más competencia como eje central para lograr en el mediano plazo una reducción sostenible del costo de los productos y servicios que consume toda la población. Es muy importante la libertad de contratación de productos y servicios, para incentivar la oferta y demanda de bienes a precios razonables, habiéndose demostrado reiteradamente que los controles y regulaciones sólo conducen a desabastecimiento.

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Es necesario un Estado que brinde servicios de calidad a sus ciudadanos y colabore mejorando sustancialmente el clima de negocios, para que las empresas argentinas sean cada vez más competitivas, y así nuestros productos y servicios puedan llegar a los mercados internacionales, generando las reservas que nuestro país necesita. aprobar. Para lograrlo, también es necesario agilizar y facilitar los trámites burocráticos a nivel nacional, provincial y municipal.

Las medidas del gobierno nacional implicarán también que los empresarios prebendados, que sustentan sus empresas y su rentabilidad a costa de los negocios que han pactado con el Estado, deberán reconvertirse para comenzar a producir lo que la sociedad demanda y necesita, de manera eficiente y competitiva. . .

En este proceso de eliminación de regulaciones, realineamiento de precios relativos, mayor competencia, menores trabas burocráticas, reducción de gastos ineficientes del Estado, habrá sectores afectados, que durante años se han sostenido artificialmente a costa del Estado. Otros seguirán perjudicados por las retenciones y el impuesto PAS, entre otros, mientras el tamaño del Estado se reduce a niveles sostenibles.

En esta transición estamos dispuestos a aportar el esfuerzo necesario, cada uno desde el lugar de grandeza que le toca asumir en este momento crítico para nuestra querida Nación, para viabilizar este difícil pero esperanzador camino.

Abogamos por que esta importante y profunda reforma del gobierno nacional, en pos de la reconstrucción del funcionamiento económico, encuentre consenso a través de una actitud responsable en el liderazgo político y en los actores más importantes de la vida económica y social de nuestro país. . Es importante acompañar estos cambios que marcan el inicio de la reconstrucción de esta nueva Argentina que nos merecemos.

La nueva senda de revalorización del sector privado se traducirá en generación de riqueza, inversiones productivas y mayores oportunidades de empleo de calidad, sin trabas ni intermediarios. Es urgente y necesario volver a poner a la Argentina en la senda del desarrollo económico y la reducción de la pobreza, y como dice el Preámbulo de nuestra Constitución “promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad y para para todos los hombres del mundo que quieran vivir en suelo argentino.”

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