En un estudio entregado a los Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G20, el Banco de Pagos Internacionales (BIS) advierte sobre la posibilidad de que las monedas estables puedan reemplazar a las monedas nacionales.

En la investigación, publicada el 11 de julio, la organización internacional analizar los riesgos potenciales del ecosistema bitcoin (BTC) y otras criptomonedas, y se centra en cómo los usuarios de todo el mundo están utilizando estos activos digitales.

Según los resultados del estudio, titulado “El criptoecosistema: elementos clave y riesgos”, uno de los activos que hay que mirar con mayor cautela son las monedas estables. Esto, debido a su paridad 1:1 con monedas como el dólar o el euro, convertirse en sustitutos de las monedas nacionales durante períodos de inestabilidad macroeconómica y depreciación de los tipos de cambio.

“Los tenedores de monedas fiduciarias locales pueden cambiar a estas monedas alternativas (monedas estables), ejerciendo una presión adicional sobre la propia moneda nacional”, señala el BIS. Esto hace referencia a una de las estrategias más utilizadas por las personas, especialmente en los países más afectados por la inflación.

De esta forma, señala el informe, una mayor adopción de las stablecoins puede conducir a la pérdida de la soberanía monetaria por las autoridades nacionales, “o resultar en una falta de financiamiento de las instituciones financieras locales”. Un hecho que podría tener consecuencias a largo plazo para la estabilidad monetaria y financiera general de estos países, según expone la organización.

Para el BIS, la existencia de CRIPTOMONEDAS y las monedas estables pueden aumentar sustancialmente la probabilidad de que la sustitución de moneda se vuelve mucho más fácil. Esto, teniendo en cuenta que la interacción entre los criptoactivos y las finanzas tradicionales es cada vez mayor.

Los países con grandes flujos transfronterizos de monedas estables pueden tener dificultades para mantener reservas internacionales en monedas fiduciarias. Esto tiene implicaciones para el funcionamiento de los mercados cambiarios e interbancarios, que son menos profundos en las economías de mercados emergentes y en desarrollo (EMDE).

Informe del Banco de Pagos Internacionales

Como consecuencia de lo anterior, “el riesgo de sustitución de moneda siempre está presente”, dice la agencia. Y por tanto, corresponde a cada jurisdicción gestionarlo adecuadamente.

En ese sentido, una de las formas de evitarlo es controlar la forma en que interactúan los criptoactivos y las finanzas tradicionales. En este sentido, el BIS propone tres líneas de actuación: contención, regulación y prohibición.

Adicionalmente, el informe hace una serie de críticas al ecosistema bitcoin, principalmente cuestionando la descentralización. Allí, el BIS alerta a los ministros de los países del G-20 sobre las “falsas pretensiones de descentralización y sus consecuencias”.

Así, se dice que detrás de los llamados proyectos descentralizados existe una concentración de poder de facto en la toma de decisiones, “lo que invalida los argumentos de los defensores de las criptomonedas”.

Para el BIS, los pagos con monedas estables siguen siendo un “nicho”

A pesar de los temores descritos anteriormente, el BIS considera que el uso de criptomonedas y monedas estables sigue siendo una actividad de “nicho”.

Como se indica en otro informe presentado el 10 de julio, las monedas estables “apenas se utilizan para pagos fuera del criptomercado”. Los datos obtenidos a través una encuesta aplicada a unos 86 bancos centrales muestran que las monedas estables se utilizan principalmente en ffinanzas descentralizadas (DeFi).

Sin embargo, ambos estudios reconocer la popularidad que han alcanzado CRIPTOMONEDAS, particularmente monedas estables. Según lo informado por CriptoNoticias, de ahí viene la insistencia de la agencia en el desarrollo de monedas digitales del banco central o CBDC, como una forma de contrarrestar el auge de este sector.