Lorena Comino, CEO y Co-Fundadora de Facturante, describe la importancia de saber liderar una empresa en tiempos de crisis

En los últimos años, ha quedado claro que la forma tradicional de liderar empresas está en crisis. Este fenómeno se debe, en gran medida, al cambio vertiginoso que estamos viviendo en nuestra sociedad.

Vivimos en un mundo VUCAdonde el volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad Ellos son la nueva normalidad. Además, los recursos técnicos, antes considerados esenciales, son cada vez más mercantilizado y, en algunos casos, potencialmente reemplazable por tecnología.

Ante este escenario, es necesario repensar la gestión empresarial, abandonando el liderazgo de arriba hacia abajo y adoptando un enfoque centrado en la construcción de equipos sólidos.

Los retos de hoy exigen más que nunca colaboración y trabajo conjunto. Ya no basta con tener un líder “sabelotodo” que intimida más que estimula.

En un mundo en constante cambio, necesitamos equipos formados por personas convencidas y proactivas, alineadas con los valores de la empresa por convicción y no por imposición. Es fundamental contar con personas flexibles, capaces de adaptarse a los cambios y encontrar soluciones creativas a la incertidumbre.

Este cambio en las formas de liderar no solo responde a las demandas del entorno empresarial, sino también a las demandas del público. Cada vez más, los consumidores recurren a empresas que exhiben una cultura interna basada en valores auténticos y una responsabilidad social genuina.

Optimizar el rendimiento

Asimismo, los colaboradores privilegian aceptar ofertas de trabajo de empresas con un propósito definido, que ofrezcan ambientes de trabajo amables y enriquecedores, y que promuevan el crecimiento tanto profesional como humano.

Así, la construcción de equipos de trabajo sólidos y eficientes se reveló como fundamental para alcanzar el éxito. Según un informe reciente de Revisión de negocios de Harvardlas empresas con un enfoque más colaborativo y participativo tienen un rendimiento financiero un 20 % superior en comparación con aquellas con un liderazgo más autoritario.

Otro estudio, realizado por Deloitte, destacó que el 94% de los ejecutivos creen que una cultura basada en valores es esencial para el éxito a largo plazo de una organización.

De esta forma, incluso independientemente del tipo de empresa, la creación y gestión colaborativa de equipos son aspectos clave que determinan productividad y desempeño de una organización.

El proceso de creación de equipos debe elaborarse meticulosamente, sin dejar lugar a la improvisación. No puede, en todo caso, surgir de la nada en una manifestación autogenerada, completamente adulta y armada.

No debemos caer en la ilusión de que un líder iluminado Puede confiar en que su propio talento se proyectará mágicamente en el equipo, haciendo que todo funcione sin problemas.

Desarrollar habilidades blandas

Necesitas un enfoque, un plan, un método. Y tiene que ser una política integral, basada en una comentario constante con el colaborador y el entorno, en un diálogo cercano y sincero con su equipo.

Así, la formación de un cultura basada en el trabajo en equipo y en la cconstrucción de equipos comienza desde el seleccion y contratacion de empleadosy cubre todas las etapas, incluida su salida.

En este contexto es fundamental tener, primero a nosotros mismos y luego en el incorporación de empleadosuna definición clara de la papelesél alcance y el objetivos del equipoasí como considerar qué personas convocar y qué Habilidades especificas deben tener para cada puesto a ocupar.

Además, es fundamental asegurar que las habilidades blandas estén alineadas con la cultura de la empresa, ya que la el conocimiento técnico y las habilidades técnicas se pueden desarrollarpero las habilidades blandas y los valores fundamentales son intrínsecos a cada individuo y determinan la clave del éxito del ambiente de trabajo y la importancia de la cultura de la empresa.

Un elemento clave en la formación de equipos es tener un organigrama definido, aunque sea dinámico. Esto proporciona una estructura clara y establece jerarquías y responsabilidades dentro del equipo. Asimismo, es importante establecer un proceso para solicitar recursos, donde se justifiquen las solicitudes y se defina el tipo de persona y habilidades requeridas.

Una vez formado el equipo, es fundamental establecer claramente los objetivos que persigue la empresa en su conjunto y luego los que espera cada área para motivarse y mejorar. Los objetivos deben estar conectados con los del equipo y los personales, para que todos trabajen en la misma dirección.

En este proceso, el líder juega un papel fundamental. Es fundamental invertir en la selección y formación de líderes, ya que son ellos quienes guiarán y motivarán al equipo. Además, el líder debe fomentar la comunicación efectiva dentro del equipo y establecer canales formales de comunicación que eviten la propagación de rumores y malentendidos.

Es fundamental educar a los equipos sobre la importancia de la comunicación formal y establecer circuitos y procesos claros para la comunicación.

¿Qué sucede cuando crecemos de repente? la crisis del crecimiento

Cuando una empresa experimenta un crecimiento significativo en su plantilla, se enfrenta a una serie de retos que pueden poner en peligro su cohesión y eficiencia.

Estas situaciones, conocidas como crisis de crecimientoexigir una adecuada respuesta de la organización para evitar que problemas internos afecten negativamente su desempeño, o desdibujen sus valores…

Uno de los desafíos más frecuentes es que a medida que la empresa crece, las personas tienden a agrupar según tareas y afinidadesen lugar de trabajar hacia un meta común.

Esta fragmentación puede conducir a la falta de cohesión y colaboración entre los equipos, lo que dificulta el logro de objetivos compartidos.

Es crucial que el organización promueve una cultura emprendedora que fomenta la colaboración transversal y la alineación de todos los colaboradores hacia un objetivo común.

Otro desafío importante se presenta cuando una empresa comienza con un pequeño grupo de colaboradores en la misma mesa que luego crece exponencialmente. Si esa comunicación informal que se daba en la misma mesa de trabajo se mantiene dentro de la cultura, se establece como una cultura de comunicación en un ambiente más amplio, y puede generar grandes problemas.

Lo que solía fluir naturalmente se convierte en un problema a medida que aumenta la fuerza laboral. El falta de procesos y los canales de comunicación efectivos pueden generar confusión, malas decisiones y uno falta de visibilidad acerca de actividades y Proyectos en marcha.

Es fundamental implementar estructuras de comunicación claras y eficientes, asegurando que la información fluya adecuadamente entre los equipos y que todos estén al tanto de los avances y desafíos.

*Por Lorena Comino, CEO de Facturación

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